Conferencia 15 – fase B

EL RAYO DE LA CREACIÓN

Cada universo del espacio infinito posee su propio Sol central, y la suma de tales soles espirituales, constituye el Primer orden, el Protocosmos, el Absoluto solar. El Absoluto solar está formado por múltiples Soles espirituales, trascendentales, divinales. Mucho se ha hablado sobre el sagrado Sol Absoluto, y es obvio que todo sistema solar está gobernado por uno de esos espirituales soles. Realmente son soles espirituales extraordinarios, centelleantes, con infinitos esplendores en el espacio. Radiantes esferas que jamás podrían percibir los astrónomos a través de su telescopio. Esto quiere decir que nuestro juego de mundos posee su sagrado Sol Absoluto propio, en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser, al igual que todos los otros sistemas solares del inalterable infinito.

El Protocosmos o primer cosmos. Es infinitamente divinal, inefable; no existe en él ningún principio mecánico, está gobernado por la Única ley. En el Sol central espiritual, gobernado por la Única Ley, existe la felicidad inalterable del Eterno Dios viviente. Conforme nosotros nos alejamos más y más del Sagrado Sol Absoluto, penetramos en mundos cada vez más y más complicados, donde se introduce el automatismo, la mecanicidad y el dolor. El Protocosmos vibra con la nota musical DO superior.

El segundo orden es el Ayocosmos. Es cualquier universo del espacio sin fin, que está compuesto por millones de galaxias, soles y planetas que viajan a través del espacio infinito. Se le denomina mundo Logoico. Está controlado por las tres fuerzas primarias que regulan y rigen toda creación. Estas tres leyes son la del Padre, la del Hijo y la del Espíritu Santo. Vibra con la nota SI.

El tercer orden es el Macrocosmos. Es cualquier galaxia del espacio sin fin. Son agrupaciones de millones de sistemas solares. Recordad ahora las galaxias. Cualquiera de estas, tomada por separado es ciertamente un Macrocosmos. Y la nuestra, la Vía Láctea no es una excepción. Cada una está regida por un Sol central, la Vía Láctea está regida por el Sol central Sirio. Está controlada por 6 leyes. Vibra con la nota musical LA.

El cuarto orden es el Deuterocosmos. Es cualquier sistema solar por separado. Incuestionablemente, todo sistema solar, no importa la galaxia a la que pertenezca, sea esta de materia o antimateria, es un Deuterocosmos. Está controlado por 12 leyes cósmicas. Vibra con la nota SOL.

El quinto orden es el Mesocosmos.  Es cualquier planeta del espacio sin fin. Por ejemplo, el planeta Tierra. Hay tantos planetas en el espacio como granos de arena en el mar. Indubitablemente, cualquiera de estos, no importa cuál sea el centro de gravitación cósmica, es, por sí mismo, un Mesocosmos. Está controlado por 24 leyes. Vibra con la nota FA.

El sexto orden es el Microcosmos. Es cualquier ser humano del espacio sin fin. Mucho se ha dicho sobre el microcosmos hombre. Nosotros enfatizamos la idea trascendental de que cada uno de nosotros es un auténtico y legítimo Microcosmos. Sin embargo, no somos los únicos habitantes del infinito, es claro que existen muchos mundos habitados. Cualquier habitante de cualquiera de los Cosmos es un auténtico Microcosmos. Miremos ahora, francamente, al microcosmos hombre, examinemos la célula germinal y encontraremos los 48 cromosomas, viva representación de las 48 leyes que controlan a todo ser humano. Está controlado por 48 leyes cósmicas. Vibra con la nota MI. El cuerpo astral lunar vibra con la nota RE (porque habita en el Limbo). El cuerpo físico lunar vibra con la nota DO.

El séptimo orden es el Tritocosmos. Los mundos infiernos. Dentro de todo planeta existe el reino mineral sumergido con sus propios infiernos atómicos. Estos últimos, siempre se hallan ubicados dentro del interior de cualquier masa planetaria y en las infradimensiones de la naturaleza.

  • El primer círculo, o de la Luna, controlado por 96 leyes.
  • El segundo círculo, o de Mercurio, controlado por 192 leyes.
  • El tercer círculo, o de Venus, controlado por 384 leyes.
  • El cuarto círculo, o del Sol, controlado por 768 leyes.
  • El quinto círculo, o de Marte, controlado por 1 536 leyes.
  • El sexto círculo, o de Júpiter, controlado por 3 072 leyes.
  • El séptimo círculo, o de Saturno, controlado por 6 144 leyes.
  • El octavo círculo, o de Urano, controlado por 12 288 leyes.
  • El noveno círculo, o de Neptuno, controlado por 24 576 leyes.

Es de notar que a estos nueve círculos se les denomina la morada de Plutón, o el Ser, y en ellos se encuentra el 97% de nuestra esencia, o conciencia atrapada. Al sumergirnos dentro de leyes cada vez más complejas, obviamente nos independizamos en forma progresiva de la voluntad del Absoluto, y caemos en la complicación mecánica de toda esta Gran Naturaleza. Si queremos reconquistar la libertad, debemos liberarnos de tanta mecánica y tantas leyes, y volver al Padre. Ostensiblemente, debemos luchar en forma incansable por liberarnos de las 48, 24, 12, 6 y 3 leyes para regresar realmente al Sagrado Sol Absoluto de nuestro sistema.

 

Fin conferencia 15