EL EQUILIBRIO DE LOS CENTROS Y LA FABRICACIÓN DE LOS MERCURIOS
Cada uno de los centros de la máquina humana tiene su propio hidrógeno, que es la energía con la cual trabaja. En nosotros, los cinco centros inferiores están caídos, desequilibrados. Tenemos que poner orden en nuestro interior para que cada centro pueda trabajar con su propio hidrógeno.
Todos los centros le roban energía al centro sexual y, este, a su vez, para poder trabajar, le roba energía a los demás centros, cargándose así de hidrógenos más pesados. Entonces, ocurre el desequilibrio sexual y el de toda la máquina humana. Es muy importante tener esto en cuenta porque el equilibrio de los centros es básico para la obra. Para que cada centro trabaje con su propio hidrógeno debemos empezar el trabajo psicológico, o sea, la muerte en marcha, que es muy importante para esto. Porque mientras el centro sexual esté trabajando con hidrógenos más pesados no puede producir la energía que se necesita para fabricar los cuerpos solares. En el trabajo de la castidad, que es fundamental para nosotros, debemos ir purificando el mercurio (la energía creadora sexual, las aguas). Esto es muy importante, básico, si se quiere ingresar al esoterismo, a la alquimia. Se comienza con el mercurio negro (seco), el cual, a través de la muerte psicológica y la transmutación sexual, pasa luego al color blanco. Después, luego de pasar por más purificaciones, el mercurio blanco pasa al color amarillo, el cual indica que se van equilibrando los centros. Aún así es necesario intensificar mucho más el trabajo para llegar al mercurio rojo. El color rojo indica que se ha despertado el kundalini, el fuego sagrado con el que vamos a fabricar nuestros cuerpos solares. Así, vemos la importancia que tiene el equilibrio de los centros inferiores para poder elaborar, en nosotros, en nuestro propio laboratorio, la energía, o sea, el hidrógeno 12, que es el del sexo. Una vez transmutado sexualmente, este hidrógeno 12 pasa a ser hidrógeno Si-12, que es el fuego sagrado, la energía sexual ya transmutada.
Esta es una conferencia a la que no se le pone mucho cuidado aunque es importantísima. Equilibrar los centros es fundamental para poder empezar el trabajo de la revolución de la conciencia. Sin equilibrio no puede producirse el hidrógeno Si-12 y, entonces, ¿cuándo va uno a despertar el kundalini?, ¿cuándo va uno a fabricar los cuerpos solares? ¡Jamás; si uno no equilibra los centros! Puede estarse practicando magia sexual, pero si no se han equilibrado los centros, si están trabajando con otros hidrógenos más pesados que el que le corresponde a cada uno, se está perdiendo lamentablemente el tiempo, porque es imposible que el kundalini despierte con todos los centros así, dislocados. La muerte en marcha, el trabajo psíquico, es muy importante para ir equilibrando cada centro con su propio hidrógeno.
Mientras no haya equilibrio de los centros uno está perdido y no puede llegar a nada. Aunque uno crea que va bien, pierde su tiempo lamentablemente. Todo esto es una base para empezar un trabajo ya en serio, verdadero, porque mientras el centro sexual y los demás centros inferiores trabajen mal, por el cruce de hidrógenos, la máquina humana no puede producir su propia energía. Debemos desapegarnos de todos los juguetes que nos puso la naturaleza. ¿Qué es todo lo que vemos en este mundo, en este planeta? Son juguetes que nos pone la naturaleza, pues como a ella no le interesa ni le conviene que nos liberemos, entonces nos pone todos sus entretenimientos, como cuando se le compran juguetes a un niño para mantenerlo contento y distraído, exactamente igual. Y nosotros, como bobos, nos entretenemos con todos esos juguetes y olvidamos el trabajo sobre nosotros mismos.
PREGUNTA -¿Este hidrógeno sexual Si-12 es el que viene a dar a la persona la potencia sexual que se necesita para la magia sexual?
V.M. RABOLÚ -Bueno, muchos tienen la potencia sexual, peso no están trabajando con su propia energía, que es el hidrógeno 12, sino que están trabajando con otros hidrógenos más pesados; entonces, vienen las caídas sexuales, poluciones y miles de cosas, porque está desequilibrada la parte sexual. Hay que empezar el trabajo de muerte psicológica, de lo contrario, no se pueden equilibrar los centros.
PREGUNTA -O sea, nosotros tenemos el hidrógeno 12, y tenemos el trabajo de la muerte en marcha.
V.M. RABOLÚ -El hidrógeno 12 es cuando ya empieza a trabajar, a equilibrar la parte sexual, y el Si-12 es cuando ya se transmuta, que es el resultado del fuego. No hay que confundir el 12 con el Si-12. El 12 es la energía sin transmutar y el Si-12 cuando ya está transmutada, que es el resultado del fuego.
PREGUNTA -A medida que va uno trabajando en la muerte psicológica de los defectos, ¿cada centro va trabajando con su propio hidrógeno?
V.M. RABOLÚ -Su propio hidrógeno, y viene el cambio de los colores de la energía, de acuerdo al trabajo psicológico que uno hace. Entonces, la parte sexual va trabajando más equilibradamente; el centro sexual entra a trabajar con su propio hidrógeno y entonces ya hay un equilibrio.
PREGUNTA -¿Ya no le roba a los otros?
V.M. RABOLÚ -Ya no le roba ni se deja robar, porque todo está buscando su equilibrio, cada cual, cada centro con su propio hidrógeno.
Los cambios que van ocurriendo en el trabajo de la Gran obra son cambios que tenemos que provocarlos. No hay que dejar las cosas a la deriva, sino ir provocando estos cambios.
Primero: Empezamos a trabajar con la energía en bruto, de color negro. ¿Cuál es el mercurio negro? ¡Los yoes! Los yoes están completamente vivos en la primera etapa del trabajo. El color negro es por los yoes que contaminan el mercurio.
Segundo: Cuando queremos provocar un cambio en nosotros debemos empezar de una vez a eliminar el mercurio negro, para provocar este cambio al color blanco. Eso es transformación de energía en octavas superiores.
Tercero: Cuando nosotros empezamos a trabajar y a eliminar el mercurio negro, van uniéndose las sales, se van atrayendo fuerzas positivas que van transformando de inmediato el trabajo y van ocurriendo los cambios. Ahora tenemos el amarillo, pero en el mercurio amarillo todavía el trabajo es deficiente, completamente deficiente.
Cuarto: Cuando transformamos estas tres fuerzas, dando un shock en octavas superiores, para cristalizar estos mercurios, el resultado del trabajo es el color rojo, o sea, el fuego sagrado, que es el último. Con este fuego es que vamos a trabajar en octavas superiores para cristalizar los cuerpos de fuego, con esto es que vamos a fabricar los cuerpos solares, en octavas superiores, pero tenemos estos colores primero: el color negro, el blanco, el amarillo para que el resultado de la transformación de estas tres fuerzas nos dé la cuarta fuerza que es el rojo, el resultado de la regeneración, del trabajo.
PREGUNTA -¿El color de esa energía, tanto en el varón como en la dama es el mismo?
V.M. RABOLÚ -Lo mismo. Igual, no hay diferencia.
PREGUNTA -Maestro, ¿el primero, segundo y tercer aspecto está relacionado con el azufre?
V.M. RABOLÚ -Con el azufre, la sal y el mercurio. El mercurio negro se le llama a los yoes, a ese mercurio en bruto, tenemos que transformarlo cuando empezamos a morir. Entonces, cuando se empieza a morir, se dice esotéricamente que se está ”blanqueando el latón”, que hay transformación.
PREGUNTA -Sobre la fecundación del azufre al mercurio.
V.M. RABOLÚ -Entonces, cuando empieza la transformación del mercurio, a morir el color negro, viene la fecundación: la sal, el mercurio y el azufre, son las tres fuerzas.
PREGUNTA -¿El azufre es la energía?
V.M. RABOLÚ -Claro, en bruto. Estamos hablando en bruto. Después vienen los resultados, porque todo es creación, todo es transmutación. Todo hay que crearlo, dentro de nosotros no tenemos nada.
PREGUNTA -¿La sal, qué viene siendo, maestro?
V.M. RABOLÚ -La sal viene a ser la parte material.
PREGUNTA -¿En cuál de esos cuatro trabajos conseguimos el control total de la energía?
V.M. RABOLÚ -En su totalidad, cuando transformamos el mercurio negro. Porque por el mercurio negro viene la debilidad y no puede haber transformación, pero cuando nosotros trabajamos con las tres fuerzas, o sea, hemos transformado nuestro trabajo, ya nace la cuarta fuerza, que es el fuego, entonces ya hay control, porque en el momento que se despierta el fuego sagrado, es porque ha habido un control, entonces se empieza a trabajar. Desde ahí es de donde se empieza la obra, cuando creamos esa cuarta fuerza, o sea, del resultado de la unión de tres fuerzas nace la cuarta, que es el fuego, entonces ya hay un control, ya el trabajo va perfeccionándose. Ahora, este trabajo no lo podemos dejar ahí, seguimos trabajando con el fuego pero en octavas superiores, y para trabajar con octavas superiores tenemos que ir regenerando todavía más, perfeccionando para poder elevar en octavas superiores para que esto cristalice en otros mundos, otros planos, otros cuerpos: cristalización en octavas superiores.
Gráficos complementarios
Cada vez que un centro agota sus 7´de u de E, el instintivo se las repone, vaciando las reservas del depósito sexual. Entonces, el centro sexual solo puede funcionar con la E de los otros tres centros.
Fórmula alquímica del trabajo esotérico: equilibrio entre los tres factores
Fin conferencia 05