TRES CLASES DE TANTRISMO
El objetivo de esta conferencia es permitirnos conocer las tres clases de tantrismo. Tantrismo significa “practica de sexo”. Y tantras equivale a personas que han practicado el sexo.
La gran batalla entre los magos blancos y negros tiene su raíz en el sexo. La serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto, y la serpiente tentadora del Edem, se combaten mutuamente. La primera es la del tantrismo blanco, la segunda, la del tantrismo negro. Los que practican magia sexual blanca, no derraman el semen jamás en la vida. Los que practican magia sexual negra, derraman el semen.
Existen tres clases de tantrismo: blanco, negro y gris.
- Tantrismo blanco
El fuego trascendente se desarrolla únicamente con el tantrismo blanco. En este no existe el orgasmo ni la eyaculación del semen. Con este tantrismo se despierta el kundalini, es decir, el fuego del Espíritu Santo. El propósito de esta unión es la creación de los cuerpos existenciales del Ser. Esta práctica debe darse siempre entre un hombre y una mujer (falo dentro del yoni), y no incluye fornicación. Siempre debe estar presidida por el amor, la fidelidad y la castidad.
La clave es la conexión falo-útero sin eyaculación del esperma sagrado.
Método para el tantrismo blanco:
- Conjuración del Belilín y Círculo mágico de protección.
- Súplica de asistencia al Padre interior y a la Madre divina de cada uno para la práctica.
- Prender el fuego con caricias y besos hasta lograr una perfecta lubricación del yoni femenino para la penetración.
- Conexión o penetración del lingam en el yoni (del pene en la vagina).
- El proceso respiratorio tiene tres etapas:
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- Inhalación (20 segundos): imaginar la entrada del aire a los pulmones, y luego llevarlo hasta las glándulas sexuales.
- Retención (20 segundos): imaginar y sentir un hilo de oro que asciende por la columna, vértebra por vértebra, desde el cóccix hasta el entrecejo. Este ascenso hasta el entrecejo se hace en la fabricación de los dos primeros cuerpos solares. En los siguientes cuerpos solares, el ascenso llega hasta el entrecejo y de allí desciende en clave de Sol hasta el corazón.
- Exhalación (20 segundos): mantralizando una vocal por cada proceso respiratorio, en el siguiente orden:
1.º IIIIIIII / 2.º AAAAAA / 3.º OOOOOOO
Este procedimiento se repite cuantas veces sea necesario. Uno debe retirarse o terminar la práctica de sexo sin derramar la energía creadora sexual, es decir, sin eyacular ni llegar al orgasmo.
El fuego ascendente tiene el poder de despertar los chakras y abrir las siete iglesias del Apocalipsis de San Juan. Nos lleva por el camino de la autorrealización íntima.
Realmente lo único que sirve es el tantrismo blanco.
- Tantrismo negro
Se busca el despertar de la serpiente ígnea en su forma estrictamente negativa.
Existe conexión del ligam-yoni con ritos mágicos y eyaculación seminal. Es evidente que el fuego sagrado, en el tantrismo negro, se precipita desde el cóccix hacia los infiernos atómicos del hombre. Los tántricos negros reabsorben el semen después de haberlo derramado miserablemente. El resultado es fatal, porque el semen, después de haber sido derramado, se carga de átomos satánicos que, al penetrar nuevamente en el organismo, adquieren el poder de despertar el kundalini en forma negativa. Entonces aparece la cola de Satán, el abominable órgano kundartiguador. La segunda serpiente abre los siete chakras que están en el bajo vientre, “las siete puertas del Infierno”, como dicen los mahometanos.
Enseñan muchas veces, los magos negros, que es posible despertar el kundalini derramando la energía, sin una pareja estable o con varias parejas, participando de orgías, haciendo prácticas homosexuales, practicando sexo oral, sexo anal y masturbación. El resultado es que los fuegos espinales, en vez de subir por el canal medular, bajan hacia los infiernos atómicos del hombre y cristalizan, en el cuerpo astral, la cola del kundartiguador.
- Tantrismo gris
Este tiene otros propósitos: goce animal sin anhelos trascendentes. Es bueno saber que todos los tántricos grises se convierten, inevitablemente, en tántricos negros. Todo fornicario, aunque desconozca el tantrismo negro, es tántrico de hecho, y deviene, inevitablemente, como personalidad tenebrosa, con la serpiente tentadora del Edem, completamente desarrollada.
Fin conferencia 14